Diana y los 7 gigantes.
Érase que se era…hace mucho muuuucho
tiempo y en un lugar muy muuuy lejano, un pequeño pueblo que estaba bien
cuidado por un gran castillo, en lo alto de la montaña de Navacerrada, a las
afueras de Madrid.
El
castillo era blanco con tejados marrones y rodeados por muchos jardines.
Dentro del castillo vivía un gran rey, un
hombre que quería a su pueblo, justo y honrado, era feliz junto a su mujer y más
lo iban a ser ya que iban a tener una
niña.
La llamarían Diana.
Cuando pasaron 2 años, la reina murió y el padre al
ver que su hija necesitaría a una mamá, se casó de nuevo.
Pasaron los años, Diana iba creciendo, y
cuando se convirtió en una joven guapa, alegre y muy simpática a la que quería
todo el mundo, su nueva mamá ya no la quería tanto porque tenía envidia de que
todo el mundo la quisiera y el pueblo pensara que Diana era la más guapa del
reino.
Esto la nueva mamá no lo pudo resistir, y mandó
a un soldado a que se la llevara a lo alto de una montaña, en el bosque más
perdido y la tirara por la montaña.
El soldado como quería mucho a la
princesa, no la tiró por la montaña, la dejó libre en el bosque lejos de la
reina para que nunca la encontrara, la princesa Diana le dio las gracias.
Cuando el soldado ya se fue, ella se puso
a andar por el bosque, a buscar un sitio donde quedarse, buscar algo para
comer, y así día tras día… se hizo amiga de los animales, pero se sentía muy
sola.
La princesa después de pasar muchos días en la montaña,
tenía mucho frío y se puso a buscar un sitio en la montaña donde no tuviera
tanto frío, por lo que llegó a una cueva aparentemente grande en la que se veía
una pequeña luz al fondo ,esa cueva era diferente a las demás cuevas…¿ QUE
PORQUÉ?
¡En esa cueva había alguien!
Diana, curiosa por aquella luz se acercó.
Al lado del fuego encontró a un joven muy
grande y cuando ese joven vió a Diana, cogíó su pistola y la apuntó. Ella de
repente dijo:
- Diana: Tranquilo, ¡No quiero
hacerte nada malo!
-Y el joven gigante le dijo: ¿Quién eres?
-Diana: Nose, me dí un golpe en la
cabeza, nose quien soy, nose como me llamo.
Solo necesito algo de comer, y algo para
calentarme porque tengo frío.
Entonces el joven gigante le dijo que se
sentara con él y le dio de lo que estaba comiendo, y que cuando vinieran sus
hermanos decidirían lo que harían con ella.
Pasaron las horas y cuando se hizo de
noche llegaron los hermanos del joven, eran en total 7 hermanos.
Carlos, se llamaba uno de ellos, el más joven
y curiosamente era el jefe, porque era el más listo.
Carlos le dijo a Diana que solo había dos
opciones, que se uniera a ellos o que se
tenía que ir muy muy lejos porque sabía dónde estaba la cueva donde se escondían,
por lo que Diana les dijo que viviría con ellos en la cueva.
Los 7 hermanos Gigantes la contaron que
tenían que salir a robar todos los días para poder comer.
A lo largo de la noche, los hermanos
gigantes le contaron su historia:
-Hace años, en las montañas donde nosotros vivíamos,
mandaba un jefe muy importante, lo que más le gustaba hacer era quitar a toda
la gente del valle todo lo que tenían, ya que todo lo que veía lo quería.
También vino a nuestra casa, se llevó todo lo que teníamos y también a
nuestros padres
Desde que ocurrió eso, vamos robando las riquezas de los niños para dárselas
a los pobres para hacer justicia ya que el rey no nos ayuda.
En ningún momento la princesa Diana
decía que era la hija del rey.
Después de conocer la historia de los gigantes, Diana ayudaba en la cueva
mientras ellos salían a robar. Pero poco a poco ella aprendía a tirar flechas
con el arco y salía con ellos a robar.
Cuando iba pasando el tiempo, Carlos se dió cuenta de que le gustaba Diana.
Pasaron 5 años y un día que los hermanos Gigantes salieron, a la vuelta
solo vinieron tres ya que a los demás les había cogido los soldados del rey y
estaban en la cárcel.
Diana muy decidida, les dijo a los otros hermanos que habían vuelto a la
cueva que salieran con ella al palacio que iban a salvar a sus hermanos gigantes.
Se acercaron al castillo y Diana les dijo a los soldados que les dejara
pasar para ver al rey, a lo que el soldado le dijo que quien era ella para
querer ver al rey
-Diana: Su hija. Les dijo
El soldado se sorprendió al ver que se parecía mucho a la hija del rey que
desapareció en la montaña y fue a hablar con el rey.
El rey no podía creérselo y le dijo a Diana que entrara a hablar con él.
-Te escucho. Dijo el rey
-Soy Diana. Dijo la princesa muy
convencida.
Diana empezó a contarle historias de cuando eran pequeños y el rey empezó a
llorar y entendió que sí que era su hija perdida.
-¿Quién te ha protegido todo este
tiempo? Dijo el rey.
-Diana: Todo es gracias a estos hermanos gigantes que me han acompañado y a otros
que tienes en la cárcel.
Esa noche Diana habló muchas cosas con el rey.
El rey le preguntó a los gigantes si querrían formar parte de su ejército,
y ellos aceptaron.
Diana más tarde le hizo una petición
al rey y era que permitiera que se casaran ella y Carlos, el gigante, el rey
acepto.
Fueron muy felices Diana y Carlos, sus hermanos siguieron formando parte
del ejercito del rey y…
¡COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO!
ADAPTACIONES
He adaptado este cuento (Rosalinda y los
siete bandoleros ) a una edad entre 5-6 años, ya que es una edad en la que los
niños tienen adquirido un poco más de vocabulario y pueden ser más capaces de
entender( aunque no sea todo) la historia.
En general en toda la historia he tenido
que cambiar partes, o directamente omitirlas ya que las considero excesivas
para esta edad. He cambiado, por ejemplo, que la madre murió en un parto ya que
me parecía algo excesivo y he creído más correcto poner solo que murió y no
como.
Creo que es muy importante usar
admiraciones o momentos de suspense o énfasis para crearle al oyente, en este
caso, un niño una sensación de misterio y curiosidad.
Como en todo cuento en el que te tienes
que imaginar al personaje, siempre es importante que se describa de manera
sutil a los personajes para que los niños, en este caso, puedan imaginárselos y
hacerse su propia historia en la cabeza.
Palabras como “trabuco” también la he
cambiado ya que los niños no van a saber que es, es más yo lo he tenido que
buscar en internet, y así pueden entender cada palabra de la historia y pueden
seguir el tema principal sin despistarse con palabras desconocidas, también un ejemplo
de esto es “mazmorra” que la he cambiado
por cárcel, ya que es una palabra más usual y más utilizada entre los niños.
Creo que el vocabulario es correcto y
facíl para que puedan entenderlo los niños de esta edad.
También he tenido que cambiar expresiones
que me ha parecido “violentas” y pienso que se puede decir lo mismo pero de
otra manera menos” brusca” para el niño. Como por ejemplo cuando la madrasta manda al soldado que la “
despeñe” por la montaña, en ese caso lo he cambiado por “ tirar”.
En todo momento he respetado la estructura
del cuento, sin cambiar nada a mi gusto. Solo el vocabulario en algunas ocasiones y la forma
de decirlo.
Espero que os haya gustado mi historia
adaptada y que disfrutéis.
Un besito.
Bibliografía y webgrafía
- audio de Irune sobre " Rosalinda y los 7 bandoleros"
- apuntes de Irune del Bloque 2.
me parece adecuado para la edad, ya que has cambiado algunas palabras y algunas expresiones que se adaptan a ellos. me ha gustado que pongas diálogos y que hagas preguntas como el "¿PORQUÉ?" ya que esto hace que los niños sigan más la historia. Que hayas puesto un lugar concreto que todos los niños conozcan ayuda a que os niños se lo imaginen y por lo tanto es un detalle ya que además se explica donde está. debes repasarlo un poco porque hay varias ortografías pero por lo demás enhorabuena, ¡buen trabajo!
ResponderEliminarMuy bien, Noelia, pero puedes darle más pistas sobre la ortografía si quieres.
EliminarPerfecto, con alguna tilde evadida.
ResponderEliminarUna cosita más, Irene... es la adaptación de un cuento, no de un libro. Tienes que usar perfectamente esos conceptos.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestras correciones. Las he cambiado ya, tanto las faltas de ortografía como el concepto de " cuento" donde puse libro :)
ResponderEliminarUn besito y gracias a las dos